jueves, 13 de marzo de 2008

Imperio


Imperio

Primeramente es importante escudriñar la etimología de este término. Al primer rey de Roma (al Rex antes del lo que conocemos como el Imperio Romano) se le llamó Imperium (Lapieza 67). La palabra Imperum viene del verbo impero que significa mandar, dar órdenes, reclutar, regir, dominar ejercer el mando e imperar. Después, cuando el Rex cayó, los militares o comandantes del ejército romano que eran victoriosos se les llamaba imperator, “vencedor,” el más famoso y que adoptó ese título fue Julio César. Los sucesores de César adoptaron este prestigioso título y Vespasiano lo hizo hereditario a sus descendientes.

Finalmente, según De Francisci, el imperio tradicional romano tiene tres aspectos esenciales: Es un poder “absoluto, ilimitado y divino” (628). No obstante, como observa Carl Schmitt, el concepto de Imperio tiene otra connotación y contexto desde a finales del siglo XIX, centrándose más bien: “. . . en pura denominación de métodos económico-capitalistas de colonización y de expansión (Schmitt 85). Hoy en día algunos usarían el término globalización.



De Francisci, Pietro. Síntesis histórica del Derecho Romano.
Madrid: Editorial Revista del Derecho Privado, 1954.

Lapieza Elli, Angel E. Historia del Derecho Romano. Buenos Aires: Editorial Cooperadora de Derecho y Ciencias Sociales, 1975.

Schmitt, Carl. “El concepto de Imperio en el derecho internacional.” Revista de estudios políticos. 1 (1941): 83-102.

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