miércoles, 12 de marzo de 2008

Entropía y nihilismo

En el siguiente apartado se tratara sobre el nihilismo y la entropía, conceptos utilizados por Fernando R. de la Flor en su obra Representación e ideología en el mundo hispánico.

1 comentario:

maria dijo...

Nihilismo

El primer filósofo que utilizó el término “nihilismo” fue William Hamilton. Este consideró que el nihilismo en la negación de la realidad sustancial. Según Hamilton, Hume era un nihilista.

El nihilismo al que se refirió Hamilton ha sido luego llamado "nihilismo epistemológico", a diferencia de otro tipo de nihilismo, como el nihilismo moral (negación de que hay principios morales válidos), el nihilismo metafísico (pura y simple negación de la realidad). Estos dos tipos de nihilismo han sido equiparados con frecuencia.

El nihilismo se ha expresado a veces en forma de una "concepción del mundo". Ésta puede ser la concepción del mundo del que adopta un pesimismo radical, o bien la del que adopta un punto de vista totalmente "aniquilacionista".

La noción de nihilismo desempeña un papel importante en el pensamiento de Nietzsche. En La voluntad de poder, Nietzsche se refiere a lo que llama el "nihilismo europeo". En un sentido, el nihilismo es una amenaza, porque es el término final de un desarrollo histórico sin salida. Por otro lado, cabe considerar como nihilista la interpretación de la existencia humana y del mundo proporcionada por la Europa cristiana y por la Europa moderna, tanto en el campo moral como en el metafísico. Esta interpretación niega los auténticos valores superiores de la fuerza, la espontaneidad, la "superhombría", a beneficio de los supuestos valores de la equidad, la humildad, etc. Se puede hablar, así, de un nihilismo "malo", que es el nihilismo pasivo de la tradición moral y metafísica. Pero se puede hablar de un nihilismo "bueno" -que sería más adecuado llamar "autentico". Este nihilismo es un nihilismo activo y consiste justamente en destruir el sistema de aquel nihilismo pasivo tradicional. El nihilismo de los "espíritus fuertes" pone punto final al nihilismo débil del pesimismo, del historicismo, del afán de comprenderlo todo, de la idea de que todo es vano.

El tema nietzscheano del nihilismo ha sido recogido por Heidegger al tratar de la destrucción de la metafísica occidental y aun de toda metafísica como un "acontecimiento". Actitudes nihilistas se han expresado en otros autores como Georges Bataille y, sobre todo, E.M Cioran, el cual ha desarrollado la idea de la "descomposición" (Ferrater 2365-67).

Emile Cioran (1911-1995) nació en Rasinari (Rumania), estudió en Budapest, aunque la mayor parte de su vida la pasó en Francia. Es considerado el pensador, y el poeta de la descomposición, de la podredumbre, del vacío que a la vez amenaza y sustenta todas las cosas y todas las actitudes humanas. Su pensamiento tiene un carácter fragmentario y anti-sistemático. Pensar sistemáticamente es para Cioran traicionarse a sí mismo, justamente porque al establecer principios, máximas o simplemente, consideraciones con el propósito de seguirles "el hilo", el pensamiento queda prisionero de sí mismo. Ni siquiera el nihilismo y la desesperación pueden ser objeto de ninguna doctrina: el nihilismo como doctrina es ya una trampa.

Algunos estiman que Cioran expresa un pesimismo a ultranza; es la imagen que resulta de considerarlo como "el poeta, o el filosofo, de la descomposición". Otros opinan que manifiesta una especie de exaltación vital y casi salvaje (Ferrater 504).

La obra Representación e ideología en el mundo hispánico de Fernando R. de la Flor comienza con la cita de Emile Cioran: “El mérito de España ha constituido no sólo en haber cultivado lo excesivo y lo insensato, sino en haber demostrado que el vértigo es el clima moral del hombre”. (Que ha suprimido la distancia entre el cielo y la tierra).

Este fragmento pertenece a la obra De lágrimas y Santos, libro que escribió durante una crisis ocasionada por leer vidas y obras de santos, como explicó en una entrevista en 1983. El autor se centra en el devenir del ser humano y en su relación con los santos y la mística, adquiriendo un sentimiento trágico. Además, en esta obra muestra su fascinación por España, por su arte y por su tradición espiritual.

“Siempre he buscado paisajes anteriores a Dios. De ahí mi debilidad por el caos” (El inconveniente de haber nacido).

“La pasión de lo absoluto es un alma escéptica” (De lágrimas y Santos).

Entropía

La palabra procede del griego (EvTpoTTía) y significa evolución o transformación. El principio de conservación de la energía es el principio de la termodinámica. En 1847, Helmholtz dio el principio de que en las transformaciones del calor en trabajo (mecánico) y del trabajo (mecánico) en calor hay una relación constante –pudiendo ser ambos manifestaciones de la energía-. Por tanto, en termodinámica*, la entropía es la magnitud física que mide la parte de la energía que no puede utilizarse para producir trabajo.

Las especulaciones a que dio lugar este principio aumentaron cuando filósofos y algunos científicos reflexionaron sobre el segundo principio de la termodinámica, llamado asimismo "principio de entropía" o "transformación". Este segundo principio fue formulado por Sadi Carnot antes que el primero. Según éste la entropía total de un sistema térmicamente aislado aumenta. Sólo si el sistema fuese reversible la entropía permanecería constante. Ello significa que la energía tiene una cierta dirección dentro de un sistema aislado; puede hablarse, así, de un "principio de evolución" distinto de un "principio de conservación" de la energía. Ahora bien, si se estima el universo entero como un sistema físico térmicamente aislado, se llega a la conclusión de que la entropía del universo tiende a un máximo, es decir, a lo que se ha llamado la "muerte del universo". Ciertos pensadores estimaron que o había conflicto entre los dos principios citados o que el segundo principio terminaría por imponerse sobre el primero o el primero sobre el segundo. La mayor parte de los físicos, en cambio, aceptaron los dos principios esperando que podía darse cabida a ambos dentro de una teoría física unificada –o con ciertas modificaciones introductorias en las teorías físicas existentes-.

Los desarrollos de los experimentos físicos, observaciones físicas y teorías físicas a fines del siglo pasado y comienzos del siglo actual, y en particular la introducción del concepto de probabilidad en la termodinámica y la teoría de los cuantos, han salido al paso de muchas especulaciones filosóficas carentes de base. Del segundo principio se ha realizado una interpretación científica, la cual ha sido confirmada por varias observaciones (Ferrater 935).

Termodinámica: rama de la física que estudia los efectos de los cambios de la temperatura, presión, volumen de los sistemas físicos a un nivel macroscópico. Aproximadamente, calor significa "energía en tránsito", y dinámica se refiere al movimiento. Así pues, la termodinámica estudia la circulación de la energía y como la energía infunde movimiento.

José Ferrater Mora. Diccionario de filosofía. Madrid: Alianza Editorial, 1981.