miércoles, 13 de febrero de 2008

Verdad

Atleheia y la verdad para los cristianos.

1 comentario:

maria dijo...

La verdad

Desde la antigüedad hasta nuestros días, el ser humano ha estado en una continua búsqueda de la verdad. De la misma forma, hay una necesidad de explicar quienes somos, de dónde venimos y adónde vamos para dar sentido a nuestra propia existencia. Esta relación entre el ser y la verdad ha sido uno de los temas que más han preocupado a los filósofos de todos los tiempos. Si bien para algunos, tales como Aristóteles o Santo Tomás de Aquino, la verdad se encontraba en el entendimiento del ser, para otros como Heidegger no era ni una cosa ni ningún estado sino un acontecimiento (Romero 2). Pero, ¿Cuál era o es la verdad para los cristianos? y ¿Qué significó para los griegos?

La palabra griega para la verdad es “atleheia”, proveniente de “lethe” y “letheo”. Si leteo significa olvido, aletheia significa des-olvido, no-olvido, o sea, recuerdo, memoria. Leteo es el río que las almas cruzan al nacer; olvidando todo lo que sabían. Los humanos nacen ignorantes porque sus almas, al nacer, atraviesan el río Leteo, el río del olvido. Así lethe, olvido, tiene la connotación de ocultamiento, de algo que desaparece. En la palabra griega para la verdad aletheia, la “a” es privativa; niega lo que sigue, de modo que aletheia significa desocultamiento. La verdad no es sólo el desocultamiento, sino también lo desocultado. Por tanto, en el estado de aletheia se encontraría el origen de la verdadera esencia o naturaleza de nosotros mismos y del universo.

Heidegger hace suya esta concepción griega de la verdad y la repiensa, mostrando que es más profunda que la verdad que conocemos como adecuación, del intelecto a la cosa. Lograr la verdad de algo es descubrir, desvelar, desnudar, alcanzar la transparencia, desgarrar el velo de la ilusión, del engaño; rescatar del olvido. Lo opuesto a la memoria, al no-olvido, a la aletheia, a la verdad, es el olvido; es el silencio, las tinieblas (Küger 2).

Para las religiones monoteístas la verdad se encuentra en el creador del universo porque es quien da sentido a toda la existencia. Por su carácter transcendente no depende del hombre y de la naturaleza sino de sí mismo. Esta concepción fue utilizada por el cristianismo para generar sociedades bajo unas leyes determinadas. De esta forma, la razón y la fe se unieron bajo un mismo camino.

Tanto los católicos como los judíos “buscaron” la verdad de su existencia en las doctrinas religiosas. El hombre se formó una visión del mundo, una visión dogmatizada por Jesucristo. Cuando la palabra se revela nos dice: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14, 6). Los cristianos encuentran en Dios la verdad que les falta para orientar su vida y responder a las preguntas esenciales.

Para los católicos la teología se basó en las Sagradas Escrituras mientras que para los judíos la conducta se fundó en el Torah. En ambos casos, bajo diferentes interpretaciones, se explicó el origen del ser humano y las virtudes o las conductas morales que debían realizar para estar en armonía con la verdad suprema, Dios.

Durante la Edad Moderna, la fe y la razón estuvieron íntimamente unidas pues se explicaba la existencia de la vida “la verdad” con los dogmas religiosos ya que la vida tenía una conducta plenamente espiritual. Sin embargo, esta “verdad” sufre una crisis espiritual en el siglo XVI, lo cual dio paso al Concilio de Trento. Me pregunto, si el descubrimiento del Nuevo Mundo fue un factor determinante para esta crisis religiosa, pues si la verdad estaba en base a un único Dios ¿cómo se podía entender el politeísmo de las culturas indígenas?

Esta crisis espiritual quizá fue uno de los factores que dio paso al barroco, ¿Qué piensan? El barroco podría entenderse como un período de crisis espiritual o existencial porque se utilizaba la “ilusión” como medio para generar un efecto sobre el espectador. Asimismo, la alegoría representaría una imagen “no-clara” por sus diversos significados o interpretaciones. Pienso que la sociedad barroca no buscaba la “transparencia” a la que se refirió Heidegger, sino que todas las formas artísticas, por el contrario, juegan con la diversidad de significados e imágenes.

Aníbal Romero, Algunas consideraciones sobre verdad y arte en Heidegger, n.d., online 11 Jan. 2008


Julio César Krüger, De la escritura y la palabra a manera de introducción, n.d., online 12 Jan. 2008.

Maria.
Perdonen pero es que el blog no me deja insertar las páginas web de los artículos citados.