lunes, 21 de enero de 2008

Técnicas barrocas

Hola a tod@s:
Empecemos por la última parte del libro de Maravall. Según este último capítulo, ¿cuáles serían las principales técnicas propias de la cultura del barroco y qué efectos producen?
Además, sería preciso determinar cuáles de estas técnicas son exportables en el tiempo y en el espacio, es decir, al paisaje "barroco" latinoamericano y al del mucho más tecnológico "neobarroco".
Saludos,
JL

4 comentarios:

Urani Montiel dijo...

En este último capítulo Maravall estudia los elementos que constituyen la obra barroca, los recursos de los que dispone y los caracteres que finalmente plasma.

Algo que evita Maravall en su libro, son la generalizaciones; por tanto, cuando aparece una hay que analizarla a detalle, ya que ofrece la posibilidad de exportar su modelo. Maravall afirma que “todas las culturas han tenido, hacia el final del periodo en que se desenvuelven, una fase de especial floración decorativa, con predominio de factores aditivos, esas etapas declinantes se identificarían, en cada caso, como una fase barroca” (419). Así, la ley de la ostentación es una técnica producto de los signos externos de abundancia (medios, información, población). Maravall ejemplifica la exuberancia con la Adoración de los pastores de Rubens.* La cultura de la exageración violenta la recepción de los individuos. “La captación de la violencia en el sufrimiento y en la ternura” (423) es uno de los recursos predilectos, al igual que el realce dramático en la expresión. Sus efectos, propios de toda cultura masiva, son la sorpresa y la atracción.

Sin embargo, lo exuberante es insuficiente y debe estar ligado a otras técnicas; una de éstas ha sido identificada precisamente en la negación de la “ostentación grandiosa”. La “sobriedad concentrada” se caracteriza por una expresión contenida y por una extrema sobriedad por medio de la escritura abreviada. La técnica de este “barroco moderado”, como lo nombra Hatzfeld, consiste en “apretar sus términos hasta el punto de reducir la expresión al máximo grado de laconismo” (421).

La repetición, aunque ubicada como tema en la obra, es otra técnica del barroco; visible en el trazado de las ciudades (“uniformidad de series de columnas” o ventanas) o en fastos públicos (“series de individuos en las filas de los desfiles militares”). Los efectos que provoca son “dinamismo y colosalidad que una cultura masiva necesita” (422). Esta técnica se manifiesta y adapta a diferentes espacios: urbano (Plaza de San Pedro en el Vaticano) o rural (Iglesia de Concepción en la Chiquitanía Boliviana).

Maravall presenta la síntesis de la exageración y la simplicidad en lo que él denomina como extremosidad, “recurso de acción psicológica sobre las gentes”, que ubica a la obra al margen de una u otra estética.

*http://www.spanisharts.com/history/barroco/imagenes/rubens/adoracionpastores.html

Miriam Peña-Pimentel dijo...

Bueno, además de la exuberancia con la que caracteriza Maravall al Barroco; en el capítulo 9 (donde habla del teatro), sitúa a la "novedad, la invención y el artificio" como un anhelo común en la sociedad barroca; ligada a la dificultad (de desciframiento) ya señalada en el capítulo 8.

Sin embargo, Maravall señala, que "lo nuevo" provoca dos reacciones distintas en la sociedad barroca. Por un lado se asocia la novedad a la clase alta, ligada al gobierno, la educación y, con ello, los descubrimientos; mientras que la clase baja se rehúsa a lo nuevo por encontrarlo ajeno. Un sentimiento de crisis imperaba en el periodo, "una crisis económica, social, con repercusiones de toda índola, que el hombre Barroco vive, lleno de inquietud por las desfavorables novedades que el tiempo le pueda traer... Con ello se comprende que surgiera, en los que temieron verse perjudicados en su situación privilegiada, una repugnancia a lo nuevo les amenazaba por doquier" (455).
Es una situación de dos caras, la novedad parece inminente y natural (el arte, la literatura expresan este gusto por lo nuevo), mientras que la "propaganda del Barroco" ha de rechazarla(políticamente).Entonces tenemos un status quo estable, por un lado, y un teatro excesivamente ligado a la novedad de la tramoya.

Maravall insiste en la "propaganda del Barroco"; siguiendo esta línea es que afirma que la novedad -restringida a la producción que no pretenda una revolución: literatura, arte, arquitectura teatro, etc.- funciona como adorno de esta propaganda. Propaga la ideología, "por eso la novedad interesa tanto al escritor barroco. Es una manera de hacer tragar, endulzadamente, deleitosamente todo un sistema de reforzamiento de la tradición monárquico-señorial" (457).
La novedad es producto del ingenio; sin embargo, para Maravall este ingenio en España sirve solamente para divertimento y banalidades. Además se liga el "ingenio" a una cualidad divina, alejándolo de su valor científico o su utilización mecánica (por ejemplo) que ayude a una industrialización y, con ello, a un crecimiento económico de la sociedad barroca.

Una de las banalidades para las que se usa el ingenio y la novedad mecánica es el teatro, el cual se sirve de la maquinaria italiana (básicamente) para crear las apariencias necesarias para una representación más fastuosa; y creo, que de carácter más didáctico. Pues si estamos en una época de novedades y artificios, un espectáculo montado con la irrealidad presente, ejemplifica con mayor claridad la temática del discurso presente en la trama: autos sacramentales, celebraciones reales, Carnestolendas, etc.

En síntesis (muy somera): la novedad es un elemento latente en el Barroco, está presente con los nombre de "raro", "extraño", "mágico", etc.; y estos términos determinan calidad en la producción del creador. Lo más raro que ha escrito es sinónimo de su mejor invención. La novedad, la rareza, se utilizan como recursos estilísticos en pintura, poesía, teatro, etc., y éstos son utilizados como una propaganda que mantiene el status quo gracias a la alienación que producen en el hombre barroco y en la masa, como extensión de éste.

Yo no niego esta presencia de la novedad, pero no sé qué tanto puedo afirmar que sean alienantes y no una manifestación del ingenio de unos cuantos.

juanluis dijo...

A propósito de la aportación de Miriam, ¿en qué sentido se puede decir que la "novedad" es una "técnica"? Comparad con la aproximación que usa Urani para referirse al arte y ofreced algún ejemplo de la "tecnica de la novedad" (si decidimos que lo es) en el teatro vis a vis el de Rubens .

maria dijo...

Para Maravall la novedad surge de la crisis económica que sufre Europa en la primera mitad del siglo XVII (309). El arte, la literatura y la poesía serán los transmisores de una nueva cosmovisión del mundo; mientras que las clases privilegiadas, es decir, los políticos y los clérigos estaban en contra de los cambios que se daban con dichas novedades (456). Estos últimos tenían miedo a la transformación que estaba viviendo en la sociedad, en cuanto a la delincuencia, lo cual Maravall define como novedad (455). Sin embargo, ¿Podemos considerar todas las experiencias de la crisis como actos novedosos?

La novedad se puede entender como una técnica porque crea diferentes medios de comunicación o de información. En las obras de arte se observa la concepción pesimista del hombre y del mundo al que estaban expuestos (335). Algunas pinturas representativas de esta visión violenta y cruel se refleja en las Vanitas de Valdés Leal. Estas pinturas muestran al ser en su último estado, esqueletos que dignifican la muerte, con el objetivo de crear un impacto visual y espiritual. Sin embargo, no todas las pinturas se enmarcan con el devenir sino que los artistas utilizaron otras técnicas.

Los artistas tenían una nueva cosmovisión del mundo, es decir, del tiempo. Según Maravall los hombres del barroco muestran una obsesiva preocupación por el cambio, interesándose por la fugacidad de la vida (384). Por ello, se dan nuevas formas de representar al ser humano.

Ribera y Rembrandt plasman el paso del tiempo en retratos de personas envejecidas, “en cuyos cuerpos el paso de la vida ha tenido una bien visible acción individualizadora” (358). Asimismo, Velázquez crea obras con una visión interior de sí mismo, alejándose de la realidad objetiva de los artistas del Renacimiento (Ibídem). Este artista creó una nueva forma de comunicarse con el público al representar no sólo lo real sino también lo ilusorio, lo cual ha sido definido por Maravall como técnicas que subrayan la condición del mundo empírico (409). Las obras no buscan la realidad sino crear varias imágenes en una misma obra para generar la incertidumbre sobre el paso de lo real a lo ficticio. Diego Angulo lo consideró como una estructura teatral de los cuadros, en relación a los objetivos del teatro de la época.

Otra novedad del barroco es el movimiento, defendido por Wolfflin y por Maravall, como la plasmación de un “acontecer, de un drama, la agitación del devenir, captando una realidad siempre en tránsito” (363). En el Renacimiento los artistas se preocuparon por la técnica de la perspectiva, mientras que hasta el Barroco no se consiguió la técnica que representase el movimiento. Esta concepción dinámica fue conseguida por Velázquez en las Hilanderas (365).

Tanto en las obras artísticas como en el teatro se dio el gusto por la “exuberante abundancia “(423). En las obras barrocas se plasma el conjunto, la masa, de forma que el individuo por sí mismo no tiene una función determinante como en el Renacimiento. El objetivo es sorprender a través de la técnica de la suspensión (437). Para crear este estado se recurre a amplias escenografías (475), arquitectura efímera en las representaciones teatrales, y trampatojos en las pinturas. Las representaciones visuales, tanto en el teatro como en las obras artísticas, generan nuevos recursos para persuadir a la cultura masiva del barroco (501).